La Casa del Cid es un edificio civil de estilo románico. Desde 1931 ha sido protegido al haber sido declarado monumento histórico artístico.
Se encuentra este edificio ubicado junto a la Puerta Óptima, de
Olivares o del Obispo, esta última denominación por estar abierta junto
al palacio episcopal. Se encuentra por tanto en un lugar privilegiado
del viejo burgo, ocupando parte de las murallas, permitiendo vistas
hacia el Duero.
Sobre su historia, existen diversas opiniones. Unos, como Tomás María
Garnacho, partidarios de considerar esta vivienda como la Casa del
Cid, conforme a la tradición que así nos informa. Frente a éstos, otros
autores como el historiador zamorano Cesáreo Fernández Duro, prefieren
definir a esta vivienda como la Casa de Arias Gonzalo, porque de éste
era la vivienda, aunque una tradición antiquísima afirme la crianza aquí
del citado caballero. En cualquier caso, y al margen de su valor
histórico, cuenta con la peculiaridad de ser una de las escasísimas
muestras de arquitectura civil románica que se conservan en España.
Hoy se pueden observar en sus muros dos partes claramente
diferenciadas, la más antigua la fachada abierta en el lienzo de la
muralla, donde se encuentran dos ventanas, ya alteradas, que fueron
ajimezadas, pues allí permanecen los dinteles, enmarcados por bocel con
arquillos de herradura, pero sin las columnillas divisorias. El resto
del muro carece de adornos, siendo su fábrica de sillería. Parece obra
del s. XI, mientras que la puerta de la casa, de arco semicircular con molduras y capullos, parece ya más bien obra de mediados del s. XI
No hay comentarios:
Publicar un comentario