Al principio los romanos utilizaban caminos y senderos, pero pronto se dieron cuenta de su ineficacia a la hora de trasladar tropas y efectivos .
Las calzadas comunicaban las principales ciudades y campamentos entre si, y permitian el transporte de tropas, efectos, mercancías y correo en unas cantidades y con una velocidad nunca vistas hasta entonces.
La existencia de puestos de descanso y paradas para animales y viajeros cada cierta distancia, hacían los viajes rápidos y confortables para la época, aparte de la seguridad que proporcionaban al estar vigiladas por soldados.
En el aspecto económico jugaron un papel decisivo, ya que el transporte de mercancías se agilizó notablemente.
Las calzadas también permitieron extender por todos los territorios conquistados la cultura romana, en el proceso de romanización.
Tras la caida del imperio romano,continuaron utilizándose hasta nuestros días.
Esta calzada concretamente fue usada por la Mesta para la transhumancia de ganados, y todavía se sigue usando con este fin, aunque en menor medida, y a finales de la primavera se pueden ver rebaños de ganado que pasan por ella en su tránsito desde Extremadura hacia la cara norte de la sierra, o a final del otoño retornando a las tierras más cálidas del sur.
Todavía se pueden ver bastantes kilómetros de la fábrica original.
Por ella transitaron también en épocas más recientes los arrieros maragatos para comerciar con sus géneros.
Los ingenieros encargados de construirlas las dotaban de drenajes, cunetas y puentes, calculando la anchura para permitir el cruce de carros, y haciéndolas duraderas en el tiempo.
Pero toda moneda tiene su cruz.
Hacia el siglo IV el imperio romano debilitado, era incapaz de defender sus fronteras; y las calzadas , que tanto favorecieron la expansión económica y militar del imperio, se convirtieron en una abierta y fabulosa puerta de entrada para la invasion de los pueblos bárbaros.
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