Es un trayecto hermoso, con magníficos paisajes, pero de gran dureza, especialmente en Invierno.
Hay muchos escritos que a lo largo de la historia testifican las
dificultades del paso de Foncebadón; escritos de viajeros o militares
que lo han padecido en campañas invernales. Una de éstas se recordó
recientemente, al cumplirse el 200 aniversario de la intervención
militar de Napoleón Bonparte en España.
Napoleón avanzó hasta Astorga, a donde llegó en la nochevieja de 2008 y
los ejércitos hispano-británicos se retiraron por Foncebadón en un viaje
mortífero, por el mal estado de salud de los soldados y las condiciones
del paso. Los fríos y nieves invernales acabaron con buena parte de los
efectivos militares en retirada hacia Galicia.
Era lógico el desastre: el itinerario discurre por una cota que alcanza
prácticamente los 1500 metros de altura, en una trayectoria en la que
apenas hay poblaciones.
Frente a este camino, el más fácil era el que subía por La Cepeda hasta
Villagatón, para entrar al Bierzo por Cerezal de Tremor, un lugar
actualmente despoblado pero en el que hubo monasterio y hospedería, y
donde aún se ven restos del establecimiento religioso.
Esta vía supera ligeramente la cota de los mil metros de altitud, y está
jalonada de una multitud de pequeñas poblaciones, a una distancia entre
ellas que casi nunca va mas allá de dos kilómetros.
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