La
Catedral de Burgos es una de las obras cumbres del gótico
español y cronológicamente la primera representación
de la arquitectura gótica clásica en la corona de Castilla
y toda España.
Este
templo sustituyó a la iglesia románica de tres naves
que la precedió y que fue impulsada por Alfonso VI a finales
del siglo XI.
La
iniciativa de construir un nuevo templo más grandioso que el
anterior fue del obispo Don Mauricio al que el rey Fernando III mandó
recoger a su futura esposa Beatriz de Suabia en 1219. Es así
como el obispo Mauricio recorre un largo camino desde el corazón
de Castilla hasta las tierras del Sacro Imperio Romano Germánico
atravesando toda Francia. Es fácil suponer que en su recorrido
observaría la grandeza del gótico que se estaba erigiendo
por aquellos años en Francia y, deseoso de imitarlo, influyó
en el monarca para un nuevo y ambicioso proyecto.
El
edificio construido en la primera etapa del siglo XIIII tiene tres
naves de seis tramos, crucero muy saliente en planta, presbiterio
de tres tramos más y ábside poligonal, rodeado por una
girola que se abre a capillas semidecagonales. Es
un edificio abovedado en su totalidad con crucería simple -salvo
los tramos contiguos al crucero que tiene crucería estrellada-
en tramos rectangulares, con un nervio de ligazón o espinazo
en el sentido longitudinal del templo, característico de la
escuela de Burgos, que aparecerá en otras construcciones góticas
posteriores de la Corona de Castilla.A
pesar de seguir modelos franceses, (la planta muestra conexiones con
la catedral francesa de Coutances y el alzado con Bourges) en Burgos
se concibe un alzado mucho más cerrado que el etéreo
gótico francés.

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