El Castillo de Frías se encuentra en la localidad de Frías perteneciente a la comarca de Las Merindades, en el norte de la provincia de Burgos.
La historia del castillo se remonta a la de las primeras fortalezas del s. X.
Situado sobre una peña que domina el Valle de Tovalina, es uno de los
castillos roqueros más
espectaculares de Castilla, teniendo un gran
valor estratégico en la lucha contra los musulmanes.
HISTORIA DE FRIAS Y SU CASTILLO
s. XI. La ciudad es vendida al Conde de Castilla Sancho García.
A la muerte del conde castellano, Frías pasa a depender del Reino de Navarra y es gobernada por el rey Sancho III el Mayor.
s. XII. A finales de este siglo el rey castellano Alfonso VIII le
concede nuevas defensas, dotándole de valor estratégico, ya que relevará
al castillo de Petralata de las funciones de control del territorio,
construido por los navarros en 1040 para defender los pasos más
importantes entre La Bureba y Castilla la Vieja. La defensa de la Muela
se completará en 1201 con la construcción de la muralla, y más adelante,
en el siglo XV Pedro Fernández de Velasco emprende obras de
fortificación para garantizar el dominio de Frías.
1202. El Castillo de Frías es entregado a la Corona por Los Armengol.
Alfonso VIII le otorga Fuero este mismo año favoreciendo su desarrollo económico.
1435. Juan II concede a Frias el título de ciudad.
1446. La permuta con don Pedro Fernández de Velasco por la ciudad de Peñafiel.
El Condestable de Castilla toma posesión del pueblo por un portillo del castillo que todavía se le conoce como "puerta falsa".
1450. Las tropas del Condestable rodean la ciudad por todas partes. Los
vecinos nombran a un aguerrido joven para que dirija las acciones de
guerra contra el Conde. Este nombramiento y el recuerdo de aquel asedio
es lo que se conmemora en la Fiesta del Capitán, declarada de Interés
Turístico Regional .
Finalmente, tras un asedio de dos meses, el hambre y
la sed doblegan la voluntad del populacho.
1492. Los Reyes Católicos crean el Ducado de Frías para la familia de Los Velasco.
Felipe V les quita más tarde su preeminencia en beneficio de los monjes del Monasterio de Oña.
El Castillo de Frías se sitúa sobre el extremo y en lo alto del
peñón. La puerta de ingreso de arco ojival y defendidas por almenas y
troneras, es pequeña para su mejor defensa y está precedida por un
puente levadizo de madera. Ya en el interior nos encontramos con un
patio de armas, antes parcialmente cubierto, ligeramente cuadrado desde
el que se distribuye las ya desaparecidas dependencias del castillo.
Todo un adarve recorre las almenas hasta ir a parar al último reducto de
defensa del castillo, la torre del homenaje es independiente al resto
del edificio. Posee defensas propias, hay un aljibe adosado. En el
interior una estrecha dependencia conserva una doble bóveda con ventana
enrejada con arco rebajado. Encima hay una terraza almenada. La adición
de torrecillas sobre modillones en los ángulos del Este le da un aire
típicamente español.
El Castillo de Frías aparece coronado por la majestuosa y siempre alerta torre del homenaje, símbolo de Frías en toda España.
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